La necesidad de más análisis en el mercado accionario mexicano
El lenguaje financiero suele ser árido, pero si queremos llegar a un público más amplio, debemos elaborar análisis y reportes más amigables, apunta Eduardo López Ponce.
(Expansión) – En los últimos meses algunas emisoras que cotizan en el mercado accionario mexicano han anunciado su intención de salirse de la Bolsa. Lo anterior ha puesto la atención sobre el tamaño relativamente pequeño del mercado y la falta de nuevas colocaciones. Otro aspecto importante, relacionado con el tamaño del mercado y su falta de crecimiento, es el análisis bursátil. Me parece que la cantidad de análisis es insuficiente y que si aumentara habría un beneficio para el mercado.
El análisis bursátil suele dividirse en dos tipos: fundamental y técnico. Mientras que el análisis técnico observa patrones en los comportamientos de los precios, el fundamental es más detallado. En términos generales, me gusta entender al análisis fundamental como aquel que te permite comprender en qué empresa inviertes cuando compras una acción, a través de analizar elementos básicos de la compañía, tales como su rentabilidad, su apalancamiento, el crecimiento, los riesgos, el nivel de valuación, entre otros.
En la práctica, los analistas bursátiles nos especializamos en sectores. Así, existen analistas del sector de construcción, de consumo o de empresas financieras, por citar algunos ejemplos. Cuando un analista da seguimiento a una empresa, realiza proyecciones y emite recomendaciones de inversión sobre las acciones de la misma, decimos que se lleva a cabo una cobertura. Un analista puede llevar la cobertura de empresas como Wal-Mart, América Móvil, Cemex, Amazon, etc.
Para el caso del mercado mexicano, considero que el número de coberturas por cada emisora es bajo. Si tomamos la muestra de las 35 empresas que conforman el índice S&P/BMV IPC, la emisora con un mayor número de coberturas es WALMEX, al ser cubierta por 23 analistas. En promedio, cada empresa del índice es seguida por 15 analistas.
Fuera de las 35 empresas de la muestra, las demás emisoras son muy poco analizadas. En el mercado doméstico existen 140 emisoras, de las cuales únicamente 42 cuentan con seguimiento de 10 o más analistas. Para contrastar, en Estados Unidos (EU) empresas como Amazon o Facebook son seguidas por cerca 60 analistas, mientras que en la muestra del S&P 500 hay 20 analistas por emisora.
Una condición para la eficiencia de un mercado es que la información se traslade a los precios. Lo anterior no es un proceso automático y es justo aquí donde encontramos un área donde el análisis nos ayuda. Si una empresa reporta muy buenos resultados trimestrales eso debería ser bueno para la acción, pero si nadie los ve o nadie los interpreta, el impacto puede ser nulo o a veces mal entendido. Los analistas ayudan al mercado a procesar la información relevante de las empresas y entender si esta tiene implicaciones positivas, neutrales o negativas.
También se observa una correlación entre la bursatilidad de las empresas y el número de analistas que la cubren. Me queda claro que correlación no significa causalidad, aunque creo que podemos asumir que entre más analistas se interesen en dar seguimiento y publicar reportes sobre una emisora, las operaciones con las acciones de la misma pueden incrementar.
Ahora bien, ¿qué se puede hacer para que haya más análisis? Sin duda que la mejor forma de atraer la atención de los analistas es con un buen desempeño financiero o estar en sectores con perspectivas positivas, por ejemplo, actualmente hay mucho interés por empresas tecnológicas; sin embargo, las emisoras también pueden atraer una mayor atención del mercado a través de una mejor comunicación.
Por dar algunos ejemplos, la realización de conferencias trimestrales, el tener un buen sitio de relación con inversionistas o la realización de eventos. Lo anterior parece básico, pero hay empresas en el mercado mexicano que ni si quiera publican sus fechas de reportes.
De parte de los analistas, también podemos asumir una actitud autocritica. Un área de oportunidad es la forma en que comunicamos nuestro análisis. Me parece que debemos de utilizar lenguajes y formatos más comprensibles, sin perder el rigor del análisis. Lo anterior es todo un reto, ya que el lenguaje financiero suele ser árido, pero si queremos llegar a un público más amplio, debemos elaborar análisis y reportes más amigables.
Nota del editor: Eduardo López Ponce es Analista Bursátil en Grupo Financiero Ve por Más, es economista de profesión, con más de seis años dedicados al análisis bursátil. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.